domingo, 21 de noviembre de 2010

Quiero ver uno más.



Nunca antes había tenido la oportunidad de ver tantos spots publicitarios de manera seguida. En clase vimos cuarenta de éstos, y; sin embargo, no se adueñaron de mucho de nuestro tiempo. Cada uno de ellos duraba entre treinta segundos y un minuto, lo cual no es mucho. Los spots tienen que ser concisos, enseñar lo más importante y, dar un mensaje rápido y claro. Y en la mayoría el mensaje fue de esa manera. Todos pertenecen al sector comercial, tienen como base la venta de algún producto o envuelven distintos servicios. En algunos se cuenta una historia y el que brinda el mensaje es una voz externa que no aparece junto con el protagonista o los protagonistas del spot. En otros casos, existe una persona que le habla directamente al consumidor. La atención del público es atraída de distintas formas, no siempre tiene que ser igual. Hay que captar la atención desde un principio para evitar que el canal sea cambiado. Uno que me llamó la atención en todo momento fue el de Brahma. Si hizo que no me desconcentre, imagínense el efecto que habrá tenido en los hombres. Los ejemplos que se brindaron y el hecho de que existió una voz durante todo el spot hicieron que mi atención no sea perdida.

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