Porque sí.

Bailo, bailo y sigo bailando. Desde que tengo cuatro anos mi mundo fue invadido por la danza. Comencé con el ballet, que fue mi fiel acompanante durante doce anos de mi vida. También fui víctima del tap, del hip hop, de la danza moderna y contemporánea, del jazz y del sexy dance. Se puede decir que el 90% de mi vida he estado bailando y mi mamá siempre me dice que desde chiquita no dejaba de mover los pies. Mi refugio, mi siempre... el baile es algo que no cambiaría por nada. No lo puedo dejar, y ya lo comprobé. Me vuelvo loca y me paro estresando. Así como algunos van al psicólogo y toman pastillas, mi terapia es ir a mis clases de danza. Cuando estoy aburrida bailo, cuando no tengo nada en qué pensar invento coreografías en mi cabeza. Creo que por eso me fue mal en el colegio. Quiero seguir bailando por el resto de mi vida, y es que de eso se trata todo... de la invención de más y más pasos... algunos salen mal, sí, pero otros, salen a la perfección.