martes, 23 de noviembre de 2010

Algo que pienso.


Dicen que los ojos son el espejo del alma. Y es que toda alma tiene derecho a expresarse. Esa expresión que puede despertar distintas emociones en otra persona. Esa persona que siempre va a estar ahí. Y digo eso porque siempre habrá alguien a nuestro alrededor, alguien que quiera ver el reflejo de lo que quiere para el resto de su vida en los dos mundos que se encuentran al lado de nuestra nariz. Somos seres humanos, vivimos con otras personas, tenemos que comunicarnos con los que nos observan. No vivimos ni aislados ni reprimidos. Tenemos que salir de nuestro refugio mientras estemos vivos, para así poder distinguir la muerte. Aquella muerte que tal vez llega a algunos cuando sus corazones todavía laten. Y aquello es lo que quiero evitar para mi vida. No sé qué pensará el resto, pero yo he venido a vivir, no el día a día, sino de instante a instante. Y eso hago. Yo veo, escucho, siento. Quiero, trato, intento y anehlo. Ocultar mis ojos no me dará ninguna respuesta. Aprender a mirar es lo que tenemos que hacer. Y no a los ojos solamente, sino al alma que se esconde detrás de ellos. Tenemos que estar atentos a los acontecimientos de la vida y ser vulnerables a lo que el mundo nos regala, porque llegará el día en el que nuestros ojos se cierren y es ahí donde repetiremos una y otra vez lo observado en nuestra escencia, nuestra memoria y nuestras miradas.

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